Mientras camina, balbucea algunas palabras inteligibles porque, a pesar de haber tantas, no encuentra aquellas que le permitan decir lo que ahora siente, ese deseo confuso de ser alguien, de salir de donde ha estado por tanto tiempo. ¿O quizá, ya sea lo que debe ser y no lo quiere aceptar? Esta ahogado en un mar de preguntas imprecisas. ¿Cómo encontrar el camino que lo lleve a su destino verdadero si no está seguro de cuál es, exactamente? Desde hace muchos años se dejó llevar por la corriente y ahora no sabe para donde va. Verse sumergido en la multitud no hace más que acrecentar su sentimiento de soledad y frustración.
No se trata de ser conocido, admirado, querido, amado, se trata simplemente de sentir que la vida ha valido la pena ser vivida, que se puede dejar una huella.
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