La verdad, no soy de los que acostumbra a hacer
balances de fin de año, ni tampoco me hago muchos propósitos para el que viene.
Normalmente no.
Pero está vez creo que sí es necesario. Sin embargo no
quiero hacer propósitos vacíos fruto de las emociones de este momento
particular.
Pero tengo la certeza de que si me lo propongo
firmemente puedo cambiar lo que quiero y necesito cambiar, en mí y a mi
alrededor.
Este es mi decálogo para que el 2018 sea un gran año de
verdad.
1- Poner a Dios en el primer lugar de
todo.
2- Amar sin esperar nada a cambio.
3- Ser dueño de mí mismo.
4- Ser generoso.
5- Entender y aceptar mi pasado.
6- Hacer felices a los que quiero.
7- Vivir más lento y salir a caminar con
más frecuencia.
8- Aprender a vivir con lo necesario.
9- Escribir y publicar al menos un libro…
o hasta dos, ¿por qué no?
10- Tener presente que cada día es una
nueva oportunidad para amar, ser feliz yprocurar la felicidad para otros.
¡FELIZ
AÑO 2018 PARA TODOS!