3 de agosto de 2016

A propósito de algunos debates recientes


Es cierto, en nombre de Dios se han hecho y se siguen haciendo cosas atroces, absolutamente inhumanas y sin sentido, pero lo que pocas veces se dice y se pone en evidencia es que en nombre de Dios también se han hecho, a lo largo de la historia, muchas cosas buenas, muchísimas y cada día se hacen muchos "actos de amor" -según el significado que le ha dado a esta expresión Chiara Lubich-, muchos actos de caridad, de bondad y de misericordia. Pero esos actos de amor nunca salen ni saldrán en las noticias y cuando salen, no las ve siempre la misma cantidad de gente que ve las noticias tristes, desalentadoras y des-esperanzadoras que vemos todos los días en la tele. Los actos buenos de la gente buena, de los creyentes auténticos y coherentes (que los hay) no da rating, ni produce ganancias económicas, pero eso no quiere decir que no sucedan y hagan parte, de manera tangible, de la realidad de muchas personas. No tengo la menor duda: en nombre de Dios, se hacen muchas cosas buenas cada día, basta estar un poco más atento.

Tranquilidad interrumpida. Cuento.

    La tranquilidad interrumpida Era el último sábado de marzo, por la tarde, cuando sonó, tímidamente, el timbre de su apartamento...