19 de agosto de 2020

¿Qué soy?

 ¿Qué soy ante la infinitud del universo?

     ¿Qué soy delante del Aconcagua?

     ¿Qué soy ante la inmensidad del mar?

     ¿Qué soy delante de las Cataratas del Niágara?

     ¿Qué soy delante de Ti, Dios mio?

     Soy la nada perdida en el todo,

    y a la vez la ilusión de lo infinito.

    Soy un punto invisible en el cosmos,

    y a la vez puedo ser luz para un desesperado.

    Soy un grano de arena en el desierto,

    y a la vez una casa que acoge a los que quiero. 

    Soy nada delante del Creador de todas las cosas, 

    y a la vez soy palabra, soy acto, soy un alma que trasciende. 

Jaime Borda (agosto de 2020)



16 de agosto de 2020

Sólo por hoy


 Nos lo han dicho de muchas maneras: vivir el presente es la clave de la vida. Nuestra única certeza es que tenemos este día para vivirlo, aprovecharlo, disfrutarlo. Aquí y ahora, como si no existiera nada más.

¿Pero que tan sencillo o complejo puede ser vivir un día a la vez, recordando e interiorizando que cada día tiene su propio afán? No siempre es tan simple ni tan diáfano como quisiéramos, no para todo el mundo, sobre todo cuando hay problemas serios por resolver o cuando no sabemos exactamente lo que queremos de la vida. La vida necesita tener un propósito, un sentido; es más cada día debe tener su propio sentido que puede ser el mismo mismo de tu vida u otro diferente pero co-relacionado con el primero. 

Cada mañana levántate y piensa:

Sólo por hoy seré feliz,

Solo por hoy no tendré miedo,

Sólo por hoy seré amable con todos los que me encuentre

Sólo por hoy sonreiré,

Sólo por hoy asumiré mis responsabilidades,

Sólo por hoy viviré con la certeza de que Dios me ama,

Sólo por hoy, sólo por hoy. 



7 de agosto de 2020

Emociones pandémicas

Ante la incertidumbre que ahora nos asecha y nos circunda no cabe gastar mucho tiempo pensando en el futuro. No sabemos si el mañana llegará. Tenemos sólo el hoy y debemos gastarlo bien. Al menos hacer todo lo posible. Que cuando llegue la noche no tengamos nada de que arrepentirnos y más bien sí algo para ofrecer entre las manos. 

Aunque no sea la primera pandemia que afecta al mundo sin duda es la que más fronteras ha derribado. El mapa que puede verse por internet cada día es una clara evidencia de ello. Y todavía no sabemos ni por casualidad hasta cuándo viviremos bajo estas circunstancias tan únicas y particulares. 

A más de uno todo esto nos produce miedo e impotencia. Necesitamos aprender a convivir con ello. No es fácil. Es un miedo que se adiciona a otros que podamos traer encima. Tenemos fundamentalmente dos caminos: o sucumbimos al miedo y nos deprimimos o procuramos hacerlo a un lado y ver cada día como una oportunidad para ser mejores, para ensanchar el afecto con aquellos que queremos. 

Al día de hoy, 7 de agosto de 2020, hay 19.294.314 casos confirmados, 12.370.843 personas recuperadas y 719.314 seres humanos muertos. Estos datos, que pueden variar a cada minuto, están tomados de la página web de co.marca.com. Detrás de estas cifras hay historias que la mayoría desconocemos. En lo que a mi respecta el coronavirus, este diminuto enemigo, se ha llevado ya a dos personas muy cercanas y a un hermano de un amigo mio. 

Pero no sólo preocupan las cifras de contagios y de muertes. También están los efectos en la economía que según varios analistas serán peores que los causados por la gran recesión económica de 1929 y cualquier otra que el mundo haya sufrido hasta ahora. No son pocas las empresas que han quebrado en este tiempo y ni que decir de la cantidad de personas que han perdido sus empleos. Y aunque muchos quieren creer que la economía mundial podrá empezar a recuperarse en el 2021, aún el panorama es muy incierto. La realidad es que los contagios siguen en aumento al igual que las muertes causadas por el COVID-19. En los países de América Latina las cifras van en ascenso y no obstante los esfuerzos (?) de los gobiernos por controlar la pandemia ésta no muestra signos reales de des-aceleración. 

¿Cuándo volveremos a la "normalidad"? Es una pregunta que flota en el ambiente, para la cual no hay una respuesta verdadera. ¿Cómo detener el coronavirus? Dicen que además de "quedarnos en casa" y "usar el tapabocas" y "lavarnos las manos con frecuencia", la única solución es una vacuna que todos esperamos ansiosamente que salga a la luz y detenga por fin la propagación del virus. Pero aún no hay fecha fija para esto.

Lo único cierto quizá es que la historia del coronavirus nos acompañará por varios meses más. Debemos aceptar que el final no está cerca no sólo en cuanto a los contagios se refiere, sino también en cuanto a los efectos que esta pandemia puede tener a mediano y largo plazo.  

Por ahora estamos en las manos de los científicos y de los gobiernos. Pero también dependemos de nosotros mismos, de las precauciones que tomemos para cuidarnos y, por supuesto, de Dios que, aunque no podamos entenderlo, sigue guiando la historia de la humanidad.   

   

2 de agosto de 2020

A tientas por la vida

La vida a veces se torna como una noche larga y oscura. 
Sin luna y sin estrellas. 
Todo parece ir en caída hacia el abismo.
No hay ilusión, no hay futuro.

Cada mañana te preguntas
¿Por qué sigo aún vivo?
Las respuestas saltan a la vista,
pero no las quieres ver. 

No saltan lágrimas porque ya no hay tristeza.
La confusión ha echo de tu corazón su casa.
No ves, no oyes, no entiendes.
Llamas a la paz, pero ella aún no viene.

Dios guarda silencio desde la inmensidad.
O tu alma sorda y muda no logra escucharlo.

Otra pregunta te aprisiona: ¿Hasta cuando?  
Salta una respuesta: no preguntes más. 

De pronto brilla una luz.
Hoy es todo lo que tienes.  
No preguntes más. 
Ama, aunque no entiendas nada.

Jaime Borda V

Tranquilidad interrumpida. Cuento.

    La tranquilidad interrumpida Era el último sábado de marzo, por la tarde, cuando sonó, tímidamente, el timbre de su apartamento...