No saber a dónde ir es peor que estar completamente sólo y perdido en la mitad de un bosque inmenso del cual no conoces la salida. Habrá que empezar a caminar guiádos por el instinto. Finalmente podrás encontrar el valle de tus propias oportunidades.
No poder encontrar tu verdadero lugar en el mundo es peor que caer en un poso profundo en medio de la nada y saber que nadie vendrá a rescatarte. No queda otra alternativa más que empezar a buscar posibles formas de salir, cueste lo que cueste.
Sentir que todas las puertas se te cierran es como estar gravemente herido y no tener certeza de si habrá alguien que pueda llegar y curarte a tiempo... Podrías morir en el camino. No obstante, no puedes perder la esperanza ni la fe en un Dios que te ampara y te ama.
Y no poder expresar lo que sientes por alguien de verdad, es peor que tener la sensación de estar ya sin fuerza y sin aire en medio del oceáno, muy lejos de la playa. De cualquier manera hay que seguir nadando, dar gracias por estar vivo y por sentir lo que has sentido, y pensar que, aunque la distancia parezca infinita y el dolor te agobie, por amor a tí mismo, debes llegar a la playa donde, seguro, otro amor más verdadero y real te está esperando, quizá sea el de siempre o quizá no, pero ya sabes que tu corazón puede latir igual que cuando eras jóven. Amar no es sólo un sentimiento, es también una decisión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Quo vadis?
Mientras camina, balbucea algunas palabras inteligibles porque, a pesar de haber tantas, no encuentra aquellas que le permitan decir lo que ...
-
Mi origen, ni siquiera fue el día de mi concepción. Es más lejano, mucho más lejano. Antes de llegar a este mundo, cientos de vidas se cruz...
-
Llevo varios días con el alma en vilo, por un motivo que parece lejano y ajeno a mi “cómoda” existencia, pero que me afecta y no lo puedo ev...
-
En medio del debate suscitado por las declaraciones de la congresista Susana Boreal, quien afirmó que los colegios son una forma de violenci...
No hay comentarios:
Publicar un comentario