He aprendido en estos días que cuando respondemos a la ira con ira y a las ofensas con más ofensas terminamos causando heridas muy profundas, heridas que no se sanan sólo con pedir perdón y menos cuando el otro es incapaz de perdonarnos, por la razón que sea. Es necesario ir mucho más allá. Es necesario perdonar en nuestro corazón (no hay necesidad de que el otro lo sepa), cambiar nuestra actitud y amar de verdad, amar a fondo perdido, sin esperar nada, nada, nada del otro...
14 de junio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Enigmas sin fondo
Hay días en que no logramos entendernos a nosotros mismos. - Te noto taciturno amigo, más que de costumbre. - Tengo herida el alma, y hoy ...
-
Dedicado, con profundo y sincero afecto a los que siguen aguardando con amor y esperanza. Ya no están. Se han ido. Sin despedirse. Alguien,...
-
La vida es un instante Es el ahora que se llena de motivos y emociones, o se vacía sin sentido. Es el amor dado sin reservas, o el egoísmo q...
-
En el documental titulado "Amén, Francisco responde" , hacia el final de la particular entrevista, el Papa Francisco subraya con v...
No hay comentarios:
Publicar un comentario