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16 de junio de 2016

Lo que pienso

Esta es una respuesta que escribí hoy, en "Voto Católico" con respecto a un artículo sobre las nuevas medidas de la actual Ministra de Educación, Gina Parody, en relación con la ideología de género, y específicamente es la respuesta a un comentario de una persona según la cual, las ideas religiosas (en especial las católicas) son erradas y no deberían enseñarse en los colegios...

Estoy cansado de la tal ideología de género y que ahora nos la quieran meter hasta por las narices. 

La respuesta que aquí escribo y comparto, la he editado y mejorado con respecto a la original. 

La persona en cuestión dice, entre otras cosas, lo siguiente: "la educación debe estar libre de ideas erradas del pasado, esos libros escritos hace miles de años no sabían realmente lo que era el universo, ya hay que pasar la página y darle paso a la evolución". 

Ésta es mi respuesta: 

"¿Y quién dice que son erradas? ¿Son erradas porque vienen de la iglesia? ¿Son erradas porque fastidian nuestra mal entendida "libertad"? ¿Quién eres tú o quien soy yo para decir lo que está bien o lo que está mal en un mundo en el que ya todo es relativo? Si no te gusta un colegio católico, pues manda a tus hijos a otra parte. ¿Por qué nos tienen que obligar a pensar diferente? ¿Por qué no tengo derecho a creer en lo que yo quiero creer? ¿Por qué ustedes pueden despotricar contra los católicos y por qué en cambio nosotros no podemos decir nada, porque piensan que somos "retrógrados", o peor aún, porque ustedes (los enemigos del evangelio) creen que estamos "lavando el cerebro" u otras ideas similares? 

NO NOS PUEDEN IMPONER UNA IDEOLOGÍA BARATA QUE DESCONOCE LA ESENCIA DEL SER HUMANO Y LA RIQUEZA INMENSA QUE APORTA AL DESARROLLO DE CADA PERSONA LAS DIFERENCIAS NATURALES ENTRE HOMBRES Y MUJERES! NO, Y NO, Y NO!!! 

Que cada quien piense lo que quiera, a mí déjenme ser lo que quiero ser. Yo no pretendo imponer mis ideas, que otros tampoco me las impongan. Yo quiero seguir viviendo según mis principios y quiero que mis hijos sean católicos porque creo, firmemente, que es lo mejor que les puedo dar... Y estoy en todo mi derecho de hacerlo. 

Educar (bien, con una pedagogía asertiva, participativa y crítica) bajo principios católicos o bajo principios musulmanes o bajo cualquier principio religioso no significa coartar la libertad de nadie, significa dar a las generaciones futuras un elemento esencial para enfrentar la vida, para superar muchos obstáculos, para dar una identidad necesaria en el desarrollo psicológico de cada persona. Que haya muchas personas que sean anti-testimonio de la religión que profesan no significa, en absoluto, que la religión sea mala per se y mucho menos que los principios fundamentales de cada una estén errados... Debemos entender, de una vez por todas, que somos humanos y por consiguiente nos equivocamos, más allá de nuestras creencias porque, aún a pesar nuestro, aquello en que creemos no siempre rige nuestros comportamientos, ni nuestras acciones cotidianas. ¿Y por qué? En parte porque ahora todo está bien, lo cuál es falso, absolutamente falso; en parte porque nos han vendido la idea de que somos amos y señores del mundo (y también de los demás) y eso no es verdad; en parte porque nos han vendido la idea de que la religión coarta nuestra libertad, lo cual tampoco es cierto; en parte porque la sociedad consumista que nos hemos inventado es la que, sin darnos cuenta, coarta las libertades individuales y nos hace creer que somos "todopoderosos" y por consiguiente Dios es "un invento que ya no hace falta"...

No obstante, Dios nos ama, lo creamos o no. Y, aunque a algunos no les guste, o no lo quieran entender, sólo Uno ha dicho de si: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". 

El evangelio no pasa de moda, por el contrario sigue siendo actual, es y seguirá siendo una propuesta de vida que va más allá del tiempo y del espacio. 


JBV, 16 de junio de 2016

28 de marzo de 2011

Un merecido homenaje


El pasado 14 de marzo se celebró en todo el mundo el tercer aniversario de la muerte de Chiara Lubich, la fundadora del Movimiento de los Focolares.

Hoy, desde esta página quiero rendir un homenaje a esa mujer que ha cambiado la historia de muchas personas, incluyendo la mía... 

Su coherencia y fidelidad al carisma que Dios le dio, permitió que el Ideal de la Unidad se difundiese en poco menos de 50 años por los cinco continentes y por ello hoy podamos hablar de una familia planetaria que vive al unísono por el mismo objetivo: el Mundo Unido.
 
Chiara Lubich era una mujer normal y extraordinaria al mismo tiempo. En pleno siglo veinte fue capaz de dejarlo todo por seguir a Jesús. Ella, porque supo escuchar la Voz del Espíritu Santo, comprendió y vivió de una manera nueva el Evangelio, resaltando su perla más preciosa, esto es, el amor recíproco.  “El amor todo lo vence”, lo dijo en muchas ocasiones, pero no sólo lo dijo, sino que lo vivió y por eso su vida es un testimonio real de que eso es verdad.

Pero rendir un homenaje a Chiara Lubich es también rendir un homenaje a otras mujeres y hombres que la acompañaron en su “Divina Aventura”, como Gis, Ginetta, Silvana, Doris, Aletta, Eli, Natalia, Igino Giordani, Don Foresi, Marco Tecila, Fons y otros más. Sin duda, el testimonio de amor recíproco que ellas y ellos dieron y siguen dando, así como el testimonio de una vida plenamente vivida según el Evangelio, hizo posible el surgimiento de lo que hoy se conoce como Movimiento de los Focolares, un “pequeño fuego” que quiere silenciosamente “quemar” todas las ciudades y los pueblos con la llama de la fraternidad universal.

Su legado para Iglesia y para la humanidad es enorme e invaluable.

He aquí algunas “perlas” de su pensamiento:

«Levantarse por la mañana y decir sólo eso: “Amaré yo primero a todos los que encuentre durante este día; a éste y a aquél, siempre primero, siempre primero, siempre primero”. Lanzarse siempre a ser los primeros en amar. ¡Qué vida maravillosa!»

«El amor que enseña el Evangelio debe llegar a todos. Por eso no se hace distinción entre el simpático o el antipático, el bonito o el feo; no se hace distinción entre el extranjero y el compatriota, el africano, el europeo, el cristiano y el no cristiano… Hay que amar a todos, a todos, a todos. Jesús hizo así: amó a todos. Igualmente nosotros». (Augsburg, 30 de octubre de 1999)




Los guerreros

El guerrero  Los guerreros de nuestra patria  ¿Por qué los mataron? Una pregunta sin respuestas.  Lo cierto es que ya no están con nosotros....